Abril
Durante el mes de abril de 1913 la
Asamblea no produjo medidas importantes.
El 6 de abril se dictó un decreto que
prohibía el uso de “uniforme o divisa
militar por individuo alguno en todo el territorio de las provincias unidas,
que no tenga despachos expedidos ó revalidados por el Supremo gobierno de la
capital.” [1]
El 9 de abril expidió un decreto acerca
de la “remoción de los empleados
españoles europeos siempre que no obtuviesen título de ciudadanía”. [2]
Finalmente también se presentó a la
Asamblea el representante de la ciudad de Maldonado, fueron aprobados sus
poderes y se incorporó a la Asamblea.[3]
Mientras tanto se recibían noticias del
avance de las fuerzas patriotas en el Alto Perú: De la ciudad de La Plata[4]
el presidente realiasta, Juan Ramirez,
se retiró a Lima y los vecinos adhirieron a la Junta de Buenos Aires y
nombraron en su lugar a Esteban Agustín Gazcón. También se retiró de Potosí
José Manuel Goyeneche con una división de 450 hombres. El 12 de marzo de 1913
la ciudad de Tarija reconocía a la Asamblea General Constituyente.[5]
También desde la Banda Oriental, el 9
de abril, el ejército sitiador, por intermedio del General José Rondeau,
reconoce a la “Asamblea Soberana de las provincias unidas.”[6]
De esta forma se consolida el
acatamiento a la Asamblea de las ciudades del interior del territorio de las
Provincias Unidas del Río de la Plata incluyendo el territorio completo del
Alto Perú. También las ciudades de la Banda Oriental con excepción de la
sitiada ciudad de Montevideo. Por este motivo, se exhorta a los pueblos
liberados del alto Perú, de las ciudades de Charcas, Potosí, Cochabamba y La
Paz, a nombrar delegados ante la Asamblea.[7]
También, por este motivo se publicó un proyecto de ley para regular la minería
en esas provincias.[8]
Mayo
Festejos del 25 de Mayo.
El redactor de la asamblea,
posiblemente Bernardo de Monteagudo, escribió este corto párrafo para la
celebración de la fiesta patria:
Es un deber de los hombres libres inmortalizar el día del
nacimiento de la patria, y recordar al pueblo venidero el feliz momento en que
el brazo de los mas intrépidos quebró el ídolo y derribó el altar de la
tiranía. Á este fin se há acordado con presencia de una nota remitida por el
Poder Executivo la siguiente
LEY
La Asamblea general declara el día 25 de mayo, día de fiesta
cívica, en cuya memoria deberán celebrarse anualmente en toda la comprehensión
del territorio de las provincias unidas del Río de la Plata, cierta clase de
fiestas que deberán llamarse FIESTAS MAYAS, y se determinarán con oportunidad.
=Firmado= Juan Larrea, presidente. = Hipólito Vieytes, secretario.
En el acto se nombró una comisión para que presentase un
proyecto de fiestas nacionales, y recayó el nombramiento en los ciudadanos
Vidal, Ugarteche y Alvear.
Vemos que a lo largo del transcurso de
los meses, la Asamblea fue estableciendo los símbolos que luego conformarían la
Nacionalidad Argentina. En este caso, al instaurar el día 25 de mayo como
fiesta patria, que los argentinos celebramos hasta hoy.
El 7 de mayo se aprobó el reglamento de
fomento de la minería que había sido propuesto por el Poder Ejecutivo.[9]
El 21 de mayo se declaró suprimida la
Audiencia de Charcas y se suplantó con una Cámara de Apelaciones para “uniformar el sistema de administración de
justicia en todo el territorio de las Provincias Unidas.”[10]
En esa misma sesión, la Asamblea tomó
otra decisión importante. La supresión de los títulos de nobleza con la
siguiente ley:
LEY
La Asamblea General ordena la extinción de los títulos de
Conde, Marqués y Barones en el territorio de las Provincias unidas del Río de
la Plata –Firmado=Juan Larea, presidente –Hipólito Vieytes, secretario.
También ese mismo día se suprimieron
los instrumentos de tortura. La introducción que existe en el Redactor, también
posiblemente de la pluma de Monteagudo comienza:
El hombre há sido siempre el mayor enemigo de su especie, y
por un exceso de barbarie há querido demostrar, que el podía ser tan cruel como
insensible al grito de sus semejantes. […] Tal es la invención horrorosa del
tormento adoptado por la legislación española para descubrir los delinquentes.
Sólo las lágrimas que arrancará siempre a la filosofía este bárbaro exceso,
podrán borrar con el tiempo de todos los códigos del universo esa Ley de
sangre…
LEY
La asamblea general ordena la Prohibición del detestable uso
de los tormentos, adoptados por una tirana legislación para el esclarecimiento
de la verdad é investigación de los crímenes; en cuya virtud sean inutilizados
en la plaza mayor por mano del verdugo, antes del felíz día del 25 de Mayo, los
instrumentos destinado a éste efecto. = Firmado= Juan Larrea, Presidente
=Hipólito Vieytes, secretario.
Digna resolución que ennoblece a los
integrantes de esa Asamblea. Desde ese momento fue abolida la tortura legal en
nuestro país. Lamentablemente, diversos regímenes en distintos momentos de
nuestra historia no hicieron honor a esa disposición y la aplicaron
clandestinamente. Lo peor fue durante la última dictadura cívico-militar presidida
por el hoy difunto, Rafael Videla. Pero la justicia de nuestro país, en
consonancia con los próceres de la Asamblea, juzgó al genocida que terminó sus
días en la cárcel.
[1]
El redactor…, op. cit. p. 22.
[2]
Idem, Íbid.
[3]
Íbid, p. 23.
[4]
Hoy se denomina Sucre, pero también fue conocida por Charcas o Chuquisaca.
[5]
Gaceta…, op. cit. Tomo III, p. 441-443.
[6]
Íbid, p. 445.
[7]
El redactor…, op. cit. p. 26.
[8] Ïbid, p. 28.
[9] Íbid, p. 31.
[10] Íbid, p. 34.