Año 1812
Para comprender lo actuado por la
Asamblea del Año III, es importante estudiar en detalle los sucesos del año
1812. Es un año pródigo de acontecimientos que llevarán a la convocatoria de la
Asamblea y que sentarán las bases para configurar la identidad de la argentina
de hoy. Por este motivo dedicaré una atención mayor a los sucesos de ese año.
Para una mejor publicación lo dividiré en sus cuatro trimestres.
Primer trimestre de 1812: enero, febrero y marzo.
Durante los últimos días de 1811, el 24 de diciembre,
Bernardo de Monteagudo se hizo cargo de la edición de la Gaceta de Buenos Aires.
Había dos ediciones semanales, el anterior editor, Vicente Pazos Silva, se ocuparía
de la edición de los días martes y Bernardo de Monteagudo, la de los viernes.[1]
Se produjo entonces un debate entre ambos editores que dio lugar a una de las
primeras polémicas periodísticas de Buenos Aires. De cualquier forma, La Gaceta siguió apareciendo los
viernes, redactada por Monteagudo y Pasos Silva publicó un nuevo periódico con
el nombre de El Censor.
En el mes de enero se creó la Sociedad Patriótica, a instancias de Monteagudo. En la Gaceta de
Buenos Aires del 10 de enero escribía:
Así como es imposible distinguir la belleza de una pintura
animada sin el auxilio de la luz, no lo es menos conocer el precio de la
LIBERTAD en medio de las tinieblas de la ignorancia.[2]
Manuel Belgrano, que se encontraba al frente del regimiento
de Patricios, fue enviado por el Triunvirato a Rosario con el objetivo de
defender esas costas de los ataques de la flota realista de Montevideo, que
invadían las estancias costeras para proveerse de ganado y alimentos. Estaba emplazando
dos baterías de cañones que denominó: Libertad a la primera e Independencia a la
segunda. Estos nombres nos indican hacia dónde se encaminaban los más decididos
revolucionarios de Mayo. Desde allí escribe al Triunvirato, el 13 de febrero
solicitando permiso para que sus soldados utilicen la “Escarapela Nacional que debemos usar para que no se equivoque con la de
nuestros enemigos.” [3]
La propuesta de Belgrano fue aceptada. La respuesta del
Gobierno, del 18 de febrero dice:
En acuerdo de hoy se ha resuelto que desde esta fecha en
adelante, se haga, reconozca y use la Escarapela Nacional de las Provincias
Unidas del Rio de la Plata, declarándose por tal la de los colores blanco y
azul celeste, y quedando abolida la roja con que antiguamente se distinguían.[4]
Fue la primera vez que las tropas se distinguieran con una
insignia nacional, y también fue el principio de la creación de los símbolos
que definirán la futura Identidad Argentina.
Pero Belgrano continuaba con sus ideas de crear los símbolos
que distinguieran a los ejércitos de la patria. Al inaugurar la batería
Independencia, izó por primera vez la bandera que ahora es la Bandera
Argentina. Pidió autorización al Triunvirato en los siguientes términos:
Exmo. SEÑOR:
En este momento que son las seis y media de la tarde se ha
hecho salva en la Batería de la Independencia y queda con la dotación
competente para los tres cañones que se han colocado, las municiones y la guarnición.
He dispuesto para entusiasmar las tropas, y estos habitantes,
que se formen todas aquellas , y hable en los términos de la copia que
acompaño.
Siendo preciso enarbolar Bandera y no teniéndola la mande
hacer blanca y celeste conforme a los colores de la Escarapela nacional, espero
que Sea de la aprobación de V E.
Rosario, 27 de Febrero de l8l2.
Exmo. Señor
MANUEL BELGRANO [5]
El mismo día, el 27 de febrero, Belgrano fue designado como comandante
del ejército del Perú remplazando a Juan Martín de Pueyrredón, por lo que se
encaminó hacia el Norte con sus tropas.
El 3 de marzo el Triunvirato envió una nota a Manuel
Belgrano reconviniéndole el uso del nuevo pabellón, alegando el inconveniente
de la política exterior del gobierno. Es decir que todavía se seguía gobernando
en nombre de Fernando VII, con el objetivo de mantener la neutralidad británica
y evitar el bloqueo del puerto de Buenos Aires por los españoles de Montevideo.
Belgrano, en camino al Norte, no recibió esta nota. [6]
En marzo se produjo un suceso de suma importancia para el
futuro de la independencia de América del Sur: Llegaron procedentes de Gran
Bretaña José de San Martín, Carlos de Alvear y el Barón de Holmberg, entre
otros militares de carrera, que habían participado en España en la guerra
contra los ejércitos de Napoleón, que ahora lucharían en las guerras contra los
realistas.
La noticia en La
Gaceta apareció en la edición del 13 de marzo de la forma siguiente:
Á este puerto han llegado entre otros particulares que
conducía la fragata inglesa, el teniente coronel de caballería D. José San
Martín primer ayudante de campo del general en xefe del exercito de la Isla
Marques de Compigny : el Alerez de navio D. Jose Zapiola : el capitan de
milicias D. Francisco Chilaver : el alferez de carabineros reales D. Carlos
Alvear y Balbaltro :el subteniente de infantería D. antonio Arellano y el
primer teniente de guardias valonas Baron de Olembert. Estos individuos han
venido á ofrecer sus servicios al gobierno, y han sido recibidos con la
consideración que merecen por los sentimientos que protestan en obsequio de los
interéses de la patria.[7]
En esa misma edición de los viernes, Monteagudo se pregunta:
Me hé preguntado muchas veces poseido de diferentes afectos
¿qual será la suerte de mi patria? ¿Quien será el que enarbole el pabellon de
su LIBERTAD? [8]
Palabras premonitorias pues llegaba al Río de la Plata uno
de los futuros libertadores de América.
[1] Gaceta de Buenos Aires, Impresión facsimilar, Junta
de Historia y Numismática Americana, Buenos Aires, 1911, Tomo III, p. 65.
[2] Ibidem, Tomo III, p. 92.
[4] Ibidem, p. 140.
[5] Ibidem, p. 144.
[6] Bartolomé Mitre, Historia de
Belgrano y de la Independencia Argentina, Félix Lajouane, Editor, Buenos Aires,
1887, Tomo II, p. 44.
[7]
Ibidem,
Tomo III, p. 146. Las palabras de los párrafos textuales están escritas con la
ortografía y la acentuación del original
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