jueves, 26 de julio de 2012

Asamblea del Año XIII - Antecedentes - 1812 - Parte 3



Tercer trimestre: Julio, agosto y septiembre

Este tercer trimestre del el año 1812 fue agitado para los revolucionarios del Río de la Plata. En él se definieron las bases de los hechos históricos que llevarían a la Asamblea del Año XIII. A comienzos de julio se tuvo lugar el levantamiento y posterior fusilamiento de Martín de Álzaga, que era un prestigioso comerciante español de Buenos Aires. En agosto se produjo el Éxodo Jujeño y en septiembre, el triunfo patriota en la batalla de Tucumán, triunfo que cambió la suerte de la independencia.

Martín de Álzaga era un comerciante de Buenos Aires. Había sido primer Alcalde del Cabildo en el año 1795. Su actuación fue decisiva en la victoria contra los invasores ingleses, por eso fue electo nuevamente alcalde de primer voto en 1807. Tenía gran prestigio entre los españoles europeos. En el año 1809, el primero de enero, fecha en que tradicionalmente eran electos los miembros del Cabildo, protagonizó una asonada en contra del Virrey Liniers. El intento fue desbaratado y Álzaga y los otros complotados fueron desterrados a Carmen de Patagones. Lograron escapar con ayuda de Javier de Elío, que presidía la Junta de Montevideo, opuesta a Buenos Aires. El virrey Cisneros, que recaló en Montevideo antes de su arribo a la Capital, lo disculpó y le permitió regresar.

En julio de 1812 debía estallar una revuelta para desplazar al gobierno independiente, en combinación con los realistas de Montevideo, aprovechando la presencia de tropas portuguesas en la Banda Oriental y el avance desde el Norte de las tropas realistas al mando de Juan Pío Tristán. Esta intentona fue descubierta, Álzaga y otros conjurados fueron juzgados sumariamente y ajusticiados.

Mientras tanto, los ejércitos realistas comandados por Pío Tristán avanzaban por la Quebrada de Humahuaca hacia el Sur. Belgrano, que comandaba el Ejército del Norte, había pedido refuerzos al Triunvirato para resistir a las fuerzas realistas. Pero la orden del Triunvirato fue que el ejército se replegara hacia Córdoba. Belgrano, desde la ciudad de Jujuy, decidió entonces una técnica militar que consistía en una retirada que incluyera a toda la población, arriando los ganados y quemando pastizales, de tal modo que el enemigo, al avanzar, no pudiera proveerse de alimentos y encontrara la tierra arrasada. El 23 de agosto de 1812 comenzó el éxodo desde la ciudad de Jujuy. Esta fecha se conmemora en esa ciudad todos los años con un festejo cívico y este año, en que escribo estas líneas, se cumplirán los 200 años de esa gesta.

Belgrano llegó a la ciudad de Tucumán el 13 de septiembre. Allí encontró un pueblo decidido a resistir a los realistas y a entablar combate. Un grupo de notables, Bernabé Aráoz, Rudecindo Alvarado y Pedro Miguel Aráoz, fue al encuentro del general pidiéndole resistir en esa ciudad. Belgrano desobedeció la orden del Triunvirato y fortificó la ciudad para resistir. El 24 de septiembre obtuvo la victoria en Tucumán.

Este triunfo decidió la lucha por la independencia del Río de La Plata. El avance realista se detuvo y el ejército derrotado retrocedió hasta la ciudad de Salta. La otra consecuencia de ello fue el desprestigio del Primer Triunvirato. A los pocos días de conocerse en Buenos Aires la noticia de la victoria de las armas patriotas, el Triunvirato presidido por Bernandino Rivadavia fue derribado por una revolución.

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